Escalando en Chiang Mai

¿Cargar con material de escalada durante todo nuestro viaje en bici?. Esta es la pregunta que nos hacíamos meses antes de empezar a pedalear, cuando planeábamos el material que íbamos a llevar en las alforjas. Eramos conscientes de que el peso era una cuestión importante, debiamos llevar solo aquello que fuera estrictamente necesario. Llevar el material de escalada no parecia razonable, dejar de escalar durante un año no iba a ser fácil.

Más guiados por un impulso que por la razón, en el último momento apretujamos como pudimos en una de las alforjas, 55 metros de cuerda, 12 mosquetones, dos arneses y dos pares de pies de gatos.

Durante 2000 km hemos cargado estos 7 kilos extra de material por pistas llenas de baches y subido carreteras de montaña, preguntándonos constantemente si tenía algún sentido llevar encima todos estos pesados trastos. El primer día de escalada después de un mes y medio de viaje, ha quedado claro que la decisión fue la correcta, aparcar la bici unos días y cambiar de actividad permite cargar las baterías para seguir pedaleando después con mas fuerza si cabe.

''Crazy horse'' es el nombre del área de escalada más conocida junto a Chiang Mai, y donde hemos pasado una semana, exactamente se ubica en el distrito de Mae On al este de Chiang Rai. Hay junto a las paredes un albergue “Jira Homestay”, cuyos propietarios son el perfecto ejemplo de la amabilidad de Tailandia el conocido como ''pais de las sonrisas''. Estan equipadas casi 200 vías de grados que van desde abundantes quintos hasta largas y desplomadas rutas en septimo grado, haciendo de este área un lugar perfecto tanto para gente que se esta iniciando como para escaladadores mas aventajados. Ir al mercado del pueblo más cercano tras la jornada de escalada es una gran experiencia, una forma de entrar en contacto con los sonrientes y amables locales, brinda la posibilidad de probar muchos productos de la tierra y comidas tipicas tailandesas cocinadas en la calle.

Durante nuestra estancia en ´´Crazy Horse´´ hemos escalado con Carl y Sam, una pareja de biólogos americanos, escaladores muy fuertes y fanáticos pajareros, con ellos hemos escalado al limite y disfrutado identicando y observando especies de aves. Son dos actividades que no suelen practicarse juntas, pero que ellos saben compaginar magistralmente. Hemos disfrutado tanto que ya estamos planeando la próxima parada para escalar y ver pájaros en nuestro próximo destino Laos o quizás antes de dejar Tailandia en Chiang Dao.